A la gente le gusta participar de la memoria, de los hechos importantes para todo un país o toda una cultura. Recuerdan qué estaban haciendo en el momento en que estallaron los trenes, o en que cayeron las torres. También cuándo tal o cuál atleta o deportista ganó su medalla o su campeonato, pero en menor medida. Quizá creo eso porque no me interesa el deporte o quizá es porque es un acontecimiento positivo, alegre y, por desgracia, estoy seguro de que no deja una huella tan profunda como uno negativo o triste. Es lo que define a toda una sociedad, sus recuerdos comunes, ¿no?…

Vuelven el inspector Díaz y el oficial Lamadrid tras Máscaras -del que ya hablé aquí– en la nueva novela negra de César Cañete, disponible en eBook y papel. Como siempre recomiendo libros que me hayan llamado la atención por un motivo u otro. Ya sea por la originalidad del estilo del autor o de la historia. En Hijos de una violencia sutil nos encontramos una novela negra original, donde detrás de cada asesinato no hay sangre ni violencia que te revuelven el estomago. Por sus sutilezas los asesinatos quedan casi impercetibles a primera vista, sin embargo serán más chocantes que los mas obvios y macabros ya leídos mil veces.

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	Autor: Cesar Cañete Año: 2018 Donde comprarlo: Amazon

En la tórrida Barcelona de mediados de agosto, el cuerpo despeñado de un corredor es el punto de partida de esta nueva novela que, tras Máscaras, vuelve a presentar una trama que engulle al lector y lo sumerge en un suspense que nunca decae. Un thriller donde los personajes que deambulan por sus paisajes no saben que están a punto de enfrentarse a un asesino mucho más peligroso de lo que hubiesen podido imaginar.

Junto con el inspector Díaz y su compañero, el oficial Lamadrid, viejos conocidos de los lectores, se suman al elenco un periodista de sucesos ávido por encontrar su voz, una hacker y su jefe, un expeditivo solucionador de problemas ajenos, la directora de la nueva sección de local de uno de los periódicos más importantes de la ciudad y un asesino implacable dispuesto a cualquier cosa para lograr su objetivo. Todos ellos se verán inmersos en una historia de violencia camuflada y en apariencia inexistente. Quizá la peor clase de violencia.

Hijos de una violencia sutil es una madeja de historias que se entrelazan, una novela para disfrutar sorbo a sorbo cuyos personajes quedan atrapados en una tela de araña de muertes sin sentido… ¿verdad?